domingo, 22 de agosto de 2010

La mezquita en NY, ¿sacrilegio o derecho? Por Concepción Badillo

Para unos fue una opinión valiente y admirable, para otros habló de más. El caso es que el presidente Barack Obama se metió por completo en un asunto del que había dicho se mantendría al margen y lo convirtió en debate nacional, al reafirmar el derecho de una organización islámica a construir una mezquita en un terreno cerca de la llamada Zona Cero en Nueva York (ver Obama se la juega por la libertad de culto).

El presidente rompió su silencio sobre este controversial tema que tiene dividido al país y ha sacado a relucir una vez más sentimientos antiislámicos a lo largo y ancho de Estados Unidos. Dijo que “los musulmanes tienen el mismo derecho de practicar su religión como cualquier otra persona en este país... y eso incluye el derecho a construir un lugar de oración en el bajo Manhattan”.

Los comentarios del mandatario, que habló durante una cena para celebrar el inicio del Ramadán, el mes durante el cual los musulmanes no comen ni beben durante el día, muestran, según sus seguidores, su respeto a la libertad de creencias y el conocimiento que Obama tiene por la Constitución de su país.

Sin embargo, las palabras del presidente no sólo sirvieron para agitar a sus opositores, sino que cayeron como un regalo, munición que el jefe de la Casa Blanca les dio a los republicanos para atacarlo y atacar a sus contrincantes demócratas antes de las elecciones de noviembre.

Y es que el asunto de la construcción de un centro de culto islámico cerca del lugar donde cayeron las Torres Gemelas en el ataque terrorista de 2001 se ha convertido en una discusión recargada de emociones, identidad, creencias y religión, mezcladas con el recuerdo de lo que sin duda es el incidente más trágico y traumatizante en la historia reciente de este país.

Obama había aclarado que la causa de Al Qaeda “no es el islam, sino una gran distorsión del islam”.

Pero, aún antes de su intervención, ya eran motivo de gran polémica los planes de una organización sin fines lucrativos de nombre Iniciativa Córdoba, integrada por musulmanes de tendencia moderada, que pretenden construir un centro cultural comunitario de 13 pisos donde antes estuvo una tienda de departamentos, unas dos cuadras al norte de donde estuvo el Centro de Comercio Mundial, una área que sin embargo no se alcanza a ver desde ahí.

La inversión de cien millones de dólares incluiría un auditorio, salones para clases, galerías de arte, un restaurant, un monumento conmemorativo al 11 de Septiembre, una alberca, un gimnasio y sí, un gran salón islámico para rezar que sería la mezquita, motivo de la controversia.

Quienes se oponen a su construcción sostienen que sería un insulto a la memoria de las más de tres mil víctimas de los ataques. Quienes están porque se lleve a cabo, claman que el centro promovería el entendimiento entre culturas y la tolerancia religiosa. Analistas conservadores dicen que sería un sacrilegio. Políticos de derecha sostienen que constituiría “un símbolo de triunfo musulmán”, mientras el alcade de la ciudad Michael Bloomberg apoya abiertamente el proyecto.

Las últimas encuestas señalan que un 68 por ciento de los estadounidenses no quieren que se construya, y aún el más alto demócrata en el senado, Harry Reid, ha manifestado públicamente su oposición, mientras que un influyente ex congresista de ultra derecha ha dicho que “sería como permitirle a los Nazis poner una manta junto al museo del Holocausto” en esta capital.

Qué tanto influirán las declaraciones de Obama en las elecciones de medio término, eso sólo en noviembre se sabrá.

Sin embargo, la controversia ha llegado a tal grado que hay quienes acusan al presidente de ser musulmán en secreto, pero más que nada el asunto ha servido para que activistas de derecha acusen a la religión musulmana de estar en contra de Estados Unidos, a tal grado que una iglesia en Florida anunció una quema pública del Corán para oponerse a la mezquita. Protestas similares se han dado ya en Tennessee y Wisconsin.

Aunque se sabe que las concentraciones más grandes están en California, Nueva York, Illinois, Nueva Jersey, Indiana, Michigan, Virginia, Texas y Ohio, en realidad se desconoce el número de estadounidenses que son musulmanes porque el censo no pregunta afiliación religiosa, pero se estima que son cerca de siete millones, es decir, dos por ciento de la población.

A la vez, existen menos de dos mil mezquitas en todo el país, en su mayoría simples cuartos de oración, cerca de cien ubicadas justo en la ciudad de Nueva York, dos de ellas a unos pasos de la construcción en cuestión, en el área conocida como Park 51, donde por cierto, hay florecientes negocios pornográficos y al menos un centro nocturno de striptease, pero sin ninguna oposición.




Fuente: Cronica.com.mx / Carta de Washington
Autor: Concepción Badillo / Washington, D.C.
Fotografia: Wavis.com.mx

1 comentario:

  1. La "islamofobia" es una de las caras del rebrote de un virulento racismo norteamericano. Se puede destacar también un creciente odio a los mexicanos y centroamericanos.

    Lo mas lamentable son los hermanos adventistas que son parte de este movimiento tan detestable.

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